Capítulo II. El fenómeno tensional

15/11/2013 7.398 Palabras

Vano sería el empeño de quien pretendiese dar con la atinada traza de una estructura, sin haber asimilado, hasta la médula de sus huesos, los principios tensionales que rigen todos sus fenómenos resistentes; tan vano como el de un médico que se pusiese a recetar y ordenar el tratamiento de sus enfermos, sin conocer la fisiología del organismo humano. II-1. Figurilla prehistórica cretense. Fotografía: (Museo de Candía). De «Summa Artis», J. Pijoán. Espasa Calpe, S. A. No basta haber estudiado las teorías resistentes y los procesos de desarrollo de sus cálculos; es necesario haber meditado y experimentado sobre todo ello hasta lograr sentir como algo propio, natural y congénito, sus fenómenos de tensión y de deformación, para intuir de golpe cómo va a trabajar la estructura y cuál sería su forma de rotura, para que aparezca a sus ojos todo eso con la misma claridad y convicción con que prevé la caída de una piedra en el espacio o el impulso ineluctable que...

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