En el terreno de la imaginación

Durante los primeros años de vida de El País, la genética no se consideraba la principal vía de aproximación a la biología humana, ni mucho menos la más prometedora. Tampoco constituía un objeto de información periodística en sí misma. En el marco de las convulsas discusiones que ocupaban a España en su transición hacia la democracia y de la redefinición de las principales políticas públicas, las escasas apariciones públicas de esta ciencia la situaron sobre todo en una arena política, ubicando sus consecuencias no tanto en el campo «científico» de los laboratorios, sino en el de las legislaciones o en la definición de políticas sobre salud y sobre educación. Las argumentaciones de los principales actores que se pronunciaron sobre la genética humana, por su parte, denotaban una conciencia extendida sobre la dimensión ideológica de la ciencia, lo mismo que las implicaciones políticas y sociales de adoptar una determinada posición. Esto a su vez determinó...

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