‘Sin la ciencia básica no puede haber ciencia aplicada’

Cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias en 2014, algún medio se refirió a Avelino Corma como “el rey de las zeolitas”. Este extraño vocablo, desconocido para la mayoría, designa unos compuestos minerales porosos, de estructura cristalina, con propiedades catalíticas que permiten transformar la materia. Igual que las enzimas —nuestros catalizadores biológicos— aceleran las reacciones químicas que se producen en el organismo, las zeolitas, aplicadas a la industria, pueden facilitar la obtención de la sustancia deseada. El resultado es más producto, en menos tiempo y generando menos residuos. Estos catalizadores sólidos constituyen una de las líneas de investigación del Instituto de Tecnología Química (UPV-CSIC), el lugar donde transcurren las jornadas de Corma desde que él mismo lo fundara en 1990. Autor de más de 900 artículos en revistas internacionales, este químico ha superado el centenar de patentes, algunas de las cuales han sido aplicadas en...

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