Amar por razón de estado: 010
Escena VI 010 Pág. 010 de 108 Amar por razón de estado Acto I Tirso de Molina RICARDO.- ENRIQUE RICARDO ¡Enrique! ENRIQUE ¡Padre y señor! RICARDO ¿Cómo has madrugado hoy tanto? ENRIQUE Son enemigos del sueño 315 el calor y los cuidados. RICARDO ¿Cuidados tú? ¿Pues de qué? ENRIQUE No son razones de estado, ni de amor ciegos desvelos, pues nunca ha podido tanto 320 conmigo el bárbaro ocio que haya degenerado de la crianza que en mí hacen tus consejos sabios. Como soy hechura tuya, 325 y tu sangre propagando en mí, procuras al tiempo dejar tu mismo retrato; eres mi padre y maestro, armas y letras cifrando 330 en avisos y en liciones, por quien dos veces te llamo dueño natural; deseos de no desmentir, Ricardo, esperanzas que en mí siembras 335 mil noches me han desvelado. No has permitido hasta agora que rompa el límite escaso, prisión de mi juventud, destos montes y estos...
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