Ángel Guerra: 003
Ángel Guerra Primera parte - Capítulo I - Desengañado de Benito Pérez Galdós III La debilidad de su cuerpo y la ebullición mental se manifestaron de improviso en el terreno de la ternura. Llamaba a su compañera para decirle con pueril afán: «Dulcísima, ¿me quieres? ¿Pero me quieres de verdad?» Ella respondía que sí con efusión del alma, añadiendo a la palabra demostraciones materiales que restallaban en la alcoba, porque entre otras particularidades fisiológicas, tenía la de besar de una manera ruidosa y descompasada. Queriendo arrancarle confesiones de más valía, Ángel la interrogaba así: «¿Me quieres por encima de todos y de todo? ¿Me perdonas que te arrancara a tu familia, juntándote con un hombre que está fuera de la ley y que puede dar con sus huesos en el destierro o en el patíbulo?» Dulcenombre se echó a reír, diciendo que para ella no había más familia que él ni más leyes que la voluntad del hombre amado, y que lo seguiría a cuantas...
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