Bendición de la tierra - Capítulo 1
La larga senda que luego de cruzar el pantano penetraba en el bosque, ¿quién la había trillado? El primer hombre, el primer ser humano que pisó esas tierras no halló senda ninguna. Más tarde, uno u otro animal debió de andar sobre las leves huellas que atravesaban charcas y ciénagas, y marcó un poco más la senda, y luego, husmeándola, algún que otro lapón la aprovecharía en sus caminatas de montaña en montaña para vigilar sus renos. Y así surgió el camino, cruzando aquella anchurosa dula;[1] camino de nadie, a través de la tierra de nadie. El hombre llega en dirección Norte. Lleva a la espalda un saco, el saco contiene víveres y alguna herramienta. Es un hombre fornido y áspero, con una barba herrumbrosa y unas cicatrices pequeñas en la cara y en las manos. ¿Provienen esas señales del ejercicio de su faena o de la lucha? Acaso acaba de salir de la cárcel y busca dónde esconderse; o es, quizás, un filósofo que busca la paz. Lo cierto es que va de...
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