Carta de amor
Pienso en las holoturias angustiosasque a menudo nos rodeaban al acercarse el albacuando tus pies más cálidos que nidosardían en la nochecon una luz azul y centelleante. Pienso en tu cuerpo que hacía del lecho el cielo y las montañas supremasde la única realidad con sus valles y sus sombrascon la humedad y los mármoles y el agua negra reflejando todas las estrellasen cada ojo ¿No era tu sonrisa el bosque resonante de mi infanciano eras tú el manantialla piedra desde siglos escogida para reclinar mi cabeza?Pienso tu rostroinmóvil brasa de donde parten la vía lácteay ese pesar inmenso que me vuelve más loco que una araña encendida agitada sobre el mar. Intratable cuando te recuerdo la voz humana me es odiosasiempre el rumor vegetal de tus palabras me aísla en la noche totaldonde brillas con negrura más negra que la noche.Toda idea de lo negro es débil para expresar la larga ululación de negro sobre negro resplandeciendo ardientemente. No olvidaré nuncaPero quién...
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