Clemencia Primera parte: 4
ClemenciaPrimera Parte Capítulo IV de Fernán Caballero Primera parte Capítulo IV -Señora -dijo a la mañana siguiente el ama de llaves-, ahí está el criado que envía la señora doña Eufrasia. -Bien, dile que entre -contestó la Marquesa. A poco entró la más extraña figura que darse puede. Era una rara muestra de lo que es la expresión a los rostros y el continente a las personas; pues siendo el que se presentó un hombre sin deformidad alguna, ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco, con facciones regulares, buenos ojos y buena dentadura, nadie podía mirarlo sin reírse, menos aquellos que tienen la desgracia de no reírse nunca. Estaba basta, pero aseadamente vestido, sólo que los pantalones eran demasiado cortos, y en cambio los zapatos demasiado largos; la chaqueta era demasiado angosta, y el corbatín negro de charol demasiado ancho, lo que le obligaba a levantar la cara con inusitada arrogancia. Su cabello, todo llamado a un lado y perfectamente alisado con...
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