Don Álvaro o La fuerza del sino: 03
Escena primera 03 Pág. 03 de 50 Don Álvaro o La fuerza del sino - Primera jornada none OFICIAL Vamos, Preciosilla, cántanos la rondeña. Pronto, pronto: ya está bien templada. PRECIOSILLA Señorito, no sea su merced tan súpito. Déme antes esa mano, y le diré la buenaventura. OFICIAL Quita, que no quiero zalamerías. Aunque efectivamente tuvieras la habilidad de decirme lo que me ha de suceder, no quisiera oírtelo... Sí, casi siempre conviene el ignorarlo. MAJO (Levantándose) Pues yo quiero que me diga la buenaventura esta prenda. He aquí mi mano. PRECIOSILLA Retira usted allá esa porquería... Jesús, ni verla quiero, no sea que se encele aquella niña de los ojos grandes. MAJO (Sentándose.) ¡Qué se ha de encelar de ti, pendón! PRECIOSILLA Vaya, saleroso, no se cargue usted de estera, convídeme a alguna cosita. MAJO Tío Paco, déle usted un vaso de agua a esta criatura, por mi cuenta. PRECIOSILLA ¿Y con...
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