Dos mujeres: 02
Capítulo I 02 Pág. 02 de 34 Dos mujeres Gertrudis Gómez de Avellaneda -Te repito por centésima vez, hermana, que es absolutamente preciso que mi hijo conozca un poco del mundo antes de contraer empeños tan solemnes como los del matrimonio. -Sí, porque arrojar a un pobre muchacho de veinte años, que sale de un colegio, en esa Babilonia de Madrid, para que le perviertan y corrompan, es el mejor medio de prepararle a ser un buen marido. ¡A la verdad, hermano, que discurres con acierto! -Leonor, tú interpretas mis palabras con una arbitrariedad que me pasma. ¿Quién trata de arrojar a Carlos, como dices tú, para que le perviertan y le corrompan? No pude mi hijo ir a la corte recomendando a sujetos apreciables y prudentes, que le sirvan de guía en ésa que tú llamas Babilonia? Además, en Madrid como en Sevilla hay bueno y malo: no sé por qué se ha de suponer que todo el que vaya, habrá de pervertirse forzosamente. ¡Tienes unas preocupaciones tan...
Estás vendo %%% do contido deste artigo.
Solicita acceso á túa biblioteca para consultar os nosos recursos electrónicos.
Vantaxes para ser un usuario rexistrado.
Acceso sen restricións a todo o contido da obra.
Só información verificada de selos editoriais de prestixio.
Contido de autores recoñecidos e actualizacións diarias.
A nova plataforma do Consorcio ofrece unha experiencia de busca fácil de usar e altamente utilizable. Contén funcións únicas que che permiten navegar e facer consultas dun xeito áxil e dinámico..
Convenios especiales: Ensino Bibliotecas públicas