El médico rural: 08
Capítulo VIII 08 Pág. 08 de 28 El médico rural- Primera parte Felipe Trigo Cuando Esteban volvió del campo, encontró a Jacinta y a Nora asustadísimas. El niño estaba atacado de violentas náuseas y de un frío que le tenía muy palidito, haciéndole temblar; al mismo tiempo, a la amenaza de un ataque, agitaba la cabeza y giraba medio estrábicos los ojos. Nora le tenía cerca de un gran fuego, en la cocina: y el tío Boni y su mujer, y la mujer y las hijas del señor Porras, que solícitamente habían venido, preparaban botellas calientes para mudarle las que íbanle poniendo, y agua y vinagre que le aplicaban a la frente. La madre, en medio de la confusión, no sabía sino andar de un lado a otro sin concierto, consternada, llorando a gritos, como loca. -¡Se muere! ¡Se muere nuestro niño! -clamó desgarradamente al ver a Esteban, echándose en sus brazos. Buscaban a éste varios hombres por la dehesa, rato hacía. El horror del cuadro, hecho ahora en carne...
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