El olvidado

A Jorge Gaitán Durán Ahora tengo sed y mi amante es el agua. Vengo de lo lejano, de unos ojos oscuros. Ahora soy del hondo reino de los dormidos; allí me reconozco, me encuentro con mi alma. La noche a picotazos roe mi corazón, y me bebe la sangre el sol de los dormidos; ando muerto de sed y toco una campana para llamar el agua delgada que me ama. Yo soy el olvidado. Quiero un ramo de agua; quiero una fresca orilla de arena enternecida, y esperar una flor, de nombre margarita, para callar con ella apoyada en el pecho. Nadie podrá quitarme un beso, una mirada. Ni aun la muerte podrá borrar este perfume. Voy cubierto de sueños, y esta fosforescencia que veis es el recuerdo del mar de los dormidos. 20 poemas de Eduardo Carranza Soneto Insistente - Soneto a Teresa - Soneto con una salvedad - Soneto a la rosa - El olvidado - Soneto sediento - Tema de mujer y manzana - Es melancolia - Oda con una orquídea - Alhambra - Interior - El desdichado - Galope súbito...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información