I. Unos Granjeros Escoceses

Introducción

A. Fleming y A. Coutsouris-Voureka saliendo de la iglesia ortodoxa de Santa Sofa, en Londres (abril 1953).


AL hablar de Escocia, no podemos evitar el recuerdo del traje típico, de los lagos, de los legendarios fantasmas de sus castillos, del carácter callado y retraído de sus habitantes, de su tacañería que ha dado pie a tantos chistes de escoceses, y, finalmente, del whisky, verdadera joya de sus destilerías.

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