La corona de fuego: 53

25/03/2011 4.742 Palabras

La corona de fuego o los subterráneos de las torres de Altamira de José Pastor de la Roca Capítulo VIII - La madre y el hijo Blanca cual azucena, Vedla, allí está, ¡qué hermosa! En ardiente plegaria fervorosa Alterada la faz por honda pena, Fundida en su dolor, triste y llorosa. ¡Seductora visión de magia llena! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La escena tierna fue. ¿Quién se atreviera A interpretar tan hondas sensaciones En ambos corazones? Fuera intentarlo, en fin, una quimera. Era la media noche: hora que, según las prescripciones reglamentarias de aquella santa casa, prescribía el retiro y el silencio a los moradores del sombrío monasterio de Santa Susana. Con todo, el torno del locutorio permanecía todavía abierto e iluminado su interior por una luz invisible a través de la gran verja velada por cortinajes negros que formara el frontal de dicha pieza: circunstancia verdaderamente extraña en aquella hora. Bien es verdad que todo...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info