La Divina Comedia: El Purgatorio: Canto XXV

20/12/2010 1.928 Palabras

La Divina Comedia El Purgatorio: Canto XXV de Dante Alighieri Hora de subir era sin demora, ya que el Sol dejado había el meridiano círculo a Tauro y la noche a Escorpio: por lo cual, como hace quien no se arresta mas por su vía se lanza, que lo que estorba, por su necesidad, lo traspasa, de igual modo entramos por la brecha, uno tras del otro, asidos de la escala, pues por la estrechez no íbamos de a pares. Y como la cigüeñita que alza las alas de volar queriendo, y no se atreve a dejar el nido, y entonces las baja, así estaba yo con el deseo de preguntar animado y muerto, en la actitud de quien a preguntar se prepara. No se privó, aunque el andar fuera rápido, el dulce padre mío, mas dijo: Dispara el arco de hablar, que hasta el hierro tienes tensado. Entonces asegurado abrí la boca y comencé: ¿Cómo es posible volverse flaco allí donde la necesidad de comer no cabe? Si te recuerdas como Meleagro se consumió al consumirse un tizón, no te sería, dijo,...

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