La era del trasplante

El motor de la vida

Ningún órgano de nuestro cuerpo ha ocupado tantas páginas de la literatura universal como el corazón. Fuente de inspiración para poetas, trovadores y juglares, le ha sido atribuido un papel fundamental en el desarrollo de la vida afectiva del género humano. Amor, odio, tristeza, alegría se han localizado equívocamente en este pequeño órgano. No es objeto de este artículo explicar los ocultos motivos que han llevado al hombre, desde la prehistoria a nuestros días, a conceder un lugar tan preferente al corazón frente al cerebro, que es el verdadero centro de la vida racional y de los sentimientos. Pero debemos resaltar la excepcional importancia de este músculo para comprender la expectación y polémica que supuso el primer trasplante de corazón.

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