La lucha por la vida I: 044
none Pág. 044 de 97 La lucha por la vida I Segunda parte Pío Baroja Uno es el Lechuguino -dijo Leandro en voz alta para que le oyera su novia-, un tío que tiene lo menos cincuenta años y anda por ahí echándoselas de pollo; el bajito, del bigote pintado, es Pepe el Federal y el otro, Eusebio el Carnicero, un hombre que es dueño de unas cuantas casas de compromiso. El arranque fanfarrón de Leandro gustó a una de las muchachas, que se volvió a mirar al mozo y sonrió; pero a la Milagros no le hizo gracia ninguna, y, mirando hacia atrás, busco repetidas veces con la mirada al grupo de los tres hombres. En esto apareció el que Leandro había designado con el mote de Lechugino, acompañando al corrector y a su mujer. Las tres muchachas se acercaron a ellos, y el Lechuguino invitó a bailar a Milagros. Leandro miró a su novia angustiosamente; ella, sin hacerle caso, se puso a bailar. Tocaban el pasodoble de El tambor de granaderos. El Lechuguino era un bailarín...
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