La lucha por la vida I: 075
none Pág. 075 de 97 La lucha por la vida I Tercera parte Pío Baroja El origen de esta palabra Pérquique, que no se encuentra en el diccionario, era el siguiente: Los pastelillos rellenos de crema que vendía el del gorro blanco los daba al precio de cinco céntimos y los voceaba: ¡A perra chica! ¡A perra chica! De vocearlos perezosamente suprimió la A primera y convirtió en e las otras dos, transformando su grito en ¡Perre chique! ¡Perre chique! Después, Perre chique se convirtió en Pérquique. El guardián de la ropavejería, hombre de carácter jovial, tenía la especialidad en los pregones, los matizaba artísticamente; iba de las notas agudas a las más graves, o al contrario. Comenzaba, por ejemplo, en un tono muy alto, gritando: -¡Miren, a real! ¡Miren, a real! ¡Calcetines y medias a real! ¡Miren, a real! -Luego bajaba el diapasón, y decía gravemente: -¡Chalequito de Bayona muy bonito! -Y, por último, en voz de bajo profundo, añadía:...
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