La lucha por la vida III: 002
none Pág. 002 de 127 La lucha por la vida III Prólogo Pío Baroja -Pero hay que vivir, chico. Si yo tuviera dinero, ¿me haría cura? No; me iría al campo y viviría la vida rústica, y trabajaría la tierra con mis propios bueyes, como dice Horacio: Paterna rura bobis, exercet suis; pero no tengo un cuarto, y mi madre y mis hermanas están esperando a que acabe la carrera. ¿Y qué voy a hacer? Lo que harás tú también. -No; yo no. Tengo la decisión firme, inquebrantable, de no volver al seminario. -¿Y cómo vas a vivir? -No sé; el mundo es grande. -Eso es una niñada. Tú estás bien, tienes una beca en el seminario. No tienes familia. Los profesores han sido buenos para ti..., podrás doctorarte..., podrás predicar..., ser canónigo..., quizá obispo. -Aunque me prometieran que había de ser Papa no volvería al seminario. -Pero ¿por qué? -Porque no creo; porque ya no creo; porque no creeré ya más. Calló Juan y calló su compañero, y siguieron caminando...
Está viendo el 13% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas