La paella del prócer: 2

23/10/2009 815 Palabras

none Pág. 2 de 4 La paella del prócer Vicente Blasco Ibáñez Vivía en un pueblo cercano, casado con la mujer que le impulsó a matar por vez primera, rodeado de hijos, paternal, bondadoso, fumando cigarros con la Guardia Civil, que obedecía órdenes superiores, y cuando, a raiz de alguna hazaña, había que fingir que le perseguían, pasaba algunos días cazando en el monte, entreteniendo su buen pulso de tirador. Había que ver como le obsequiaban y atendían durante la paella los notables del distrito: «Bolsón, este pedazo de pollo.» «Bolsón, un trago de vino.» Y hasta los curas, riendo con un ¡jo, jo! bondadosote, me daban palmaditas en la espalda, diciendo paternalmente: «¡Ay Bolsonet, qué malo eres!» Por él se celebraba aquella fiesta. Sólo por él se había detenido en la cabeza del distrito el majestuoso don José, de paso para Valencia. Quería tranquilizarle y que cesase en sus quejas, cada vez más alarmantes. Como premio por sus atropellos en...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info