La pobre biografía
Tu nombre no me recordaba a nadiemucho después de haber muerto la moscaque rondó tu cadáver. Las hijas, moscasherederas de tu zumbido propio.Y el padre muriendo por su cuenta. Pero hoy que me dice una mujer: No quiero,me siento solo dos veces. Y son tus párpadosachinándose en la agonía cuatro veces,es ese diario, libro de caja en donde hallotus memorias sobresaltadas por restas,soledades; con tus ovarios en uso, fracasadosantes del parto y después de este hijoque nunca concebiste; son tus rodillas impropiassobre el sillón sin ruedas, a la mesa pobreen grasas, en risas, pero rica en proteínas;sino tus manos que debo haber clavado para que nose vayan a otra parte con tu llanto. Forastera,niña de otro siglo que yo recuerdo vieja,tus quehaceres de harina, cacerolasque suenan cada día: mujer y cuándovendedora de telas, Juana pero nuncaguitarrista, madre pero primero cocinera. Te oí: Me duele el corazón me ahogo no sépero no duermo. Y te tocabas el doloren la carne por...
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