La tierra de todos : 14

23/10/2009 4.684 Palabras

La tierra de todos de Vicente Blasco Ibáñez XIV Empezaban á retirarse los parroquianos más trasnochadores del boliche, cuando llegó Robledo ante la casa ocupada por Elena. Subió con pasos quedos la escalinata, llamando discretamente á la puerta después de unos instantes de vacilación. La puerta se abrió al poco rato, asomando á ella Sebastiana, sorprendida por este llamamiento cuando iba á acostarse. Llevaba la dura cabellera dividida en numerosas trenzas, cada una con un lacito en la punta, y procuraba taparse con la enorme redondez de sus brazos una parte del pecho cobrizo, no menos exuberante, puesto al descubierto por el desabrochado corpiño. Sus ojos iracundos y anunciadores del chaparrón de malas palabras con que pensaba acoger al importuno se dulcificaron viendo á Robledo, y antes de que éste hablase, dijo ella con amabilidad: --La patrona está en su dormitorio y el marqués ha salido con su maldita caja de pistolas. Yo creía que estaba donde...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info