Los condenados: 36

05/08/2010 1.424 Palabras

Los condenados de Benito Pérez Galdós Escena III FELICIANA, GINÉS. FELICIANA.- (Vivamente.) ¡Grandísimo tunante, tú has de saber dónde está! GINÉS.- ¿Yo... quién? FELICIANA.- José León, Martín Bravo, llámale como quieras. Tú le escondes, quizás no lejos de esta casa. GINÉS.- ¡Señora, yo no sé más sino que llegó a Berdún! FELICIANA.- Eso también yo lo sé... ¡Qué temeridad de hombre! ¡No hacerse cargo del peligro que aquí corre! Si le cogen, le linchan. GINÉS.- Le... ¿qué? FELICIANA.- Esto no es latín. ¿Qué entiendes tú de estos términos nuevos, pobre ignorante? Pues aquel día en que estuvo a dos dedos de la muerte, salvándole de milagro la santita y el santón ansotanos, se escondió, ¡qué había de hacer! en las ruinas de la torre del Temple. Yo le mandé comida; quise llevarle a casa. Pero él... ¡Dios nos libre! ¡Ni que fuera mi casa un lugar maldito y pecaminoso! GINÉS.- ¡Pobre! ¿Y usted cree que...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info