Los Miserables: III.8.11
Los MiserablesTercera parte: "Marius"Libro octavo: "El mal pobre"Capítulo XI: Las dos sillas de Marius frente a frente de Víctor Hugo De súbito, la lejana y melancólica vibración de una campana hizo temblar los vidrios. Daban las seis en Saint-Médard. Jondrette marcó cada campanada con un movimiento de cabeza. Cuando dio la sexta, despabiló la vela con los dedos. Después se puso a andar por el cuarto, escuchó en el corredor, se paseó y escuchó nuevamente. - ¡Con tal que venga! -masculló. Y se volvió a sentar. Apenas se había sentado, se abrió la puerta. La Jondrette la había abierto, y permanecía en el corredor, haciendo una horrible mueca amable, iluminada de abajo arriba por uno de los agujeros del farol. - Entrad, mi bienhechor -dijo Jondrette, levantándose precipitadamente. Apareció en la puerta el señor Blanco. Tenía una expresión de serenidad que lo hacía singularmente venerable. Puso sobre la mesa cuatro luises, y dijo: - Señor Fabontou, aquí...
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