Prim : 17

22/10/2009 3.855 Palabras

Prim Capítulo XVII de Benito Pérez Galdós Y he aquí que el buen Leal, que a todo atendía, dijo a Bero: «Hasta mañana nada tendrás que hacer... En tanto, vete a casa; duerme, come, y de allí no te muevas hasta que se te den órdenes». Obedeció el marinero, y aquella noche durmió en la casa de Leal. Al día siguiente se le dio de comer todo lo que quiso. Obediente a la consigna, el hombre no se movió del patio, y pasaba las horas sentadito en un poyo, o acariciando a un perrillo que con él hizo francas amistades. Llegose a él la patrona, movida de intensísima curiosidad, primer estímulo del alma de mujer, y con semblante risueño le sometió a un proceso verbal muy minucioso. «Tú eres Santiago Ibero. -Sí, señora. -Tú te escapaste de la casa de tus padres. -No, señora: de la casa de un primo de mi padre, don Tadeo Baranda. -Es lo mismo. ¡Valiente pillo estás! ¿No te da vergüenza de ser tan loquinario y tan andariego? -No, señora. -Y parece como que...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info