VII. Parentesis de un Hombre Feliz

Introducción

Fleming es llevado en hombros por los estudiantes, al ser nombrado rector de la Universidad de Edimburgo.


EN enero de 1919, Alexander Fleming fue desmovilizado. En Londres le esperaba Sareen, una mujer rubia de mejillas sonrosadas y ojos de un gris azulado. ¿Cómo la había conocido?… Sus biógrafos no nos dicen nada de ello. Según Maurois, «se sintió atraída por aquel joven médico escocés, serio, silencioso, moderado; en una palabra, completamente distinto a ella. Tuvo el mérito de descubrir bajo tanta modestia y resefva un genio secreto a quien en seguida respetó. “Alec es un gran hombre —decía—, pero nadie lo sabe”».

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