Semanario que comenzó a publicarse en Madrid en el mes de marzo de 1820. De carácter marcadamente irónico, su primer objetivo fue la crítica de las numerosas y fugaces publicaciones periódicas cuya precipitada fundación se puso de moda en nuestro país tras la nueva Ley de Imprenta de ese mismo año, nacida al amparo de la repuesta Constitución de Cádiz de 1812 durante el Trienio Constitucional (1820-1823). Aunque la violencia de sus ataques hizo que los colaboradores no dejaran traslucir sus nombres, gracias a las memorias de Mesonero Romanos sabemos que su director era el abogado Francisco Cam-borda. En La Periodicomanía aparecen enjuiciadas todas las publicaciones de su época, tanto las importantes como las secundarias, por lo que constituye una fuente fundamental e indispensable para conocer el panorama periodístico del Madrid de 1820. Tanto en prosa como en versos...