Recorrido histórico Desde la Edad Media ha sido una de las piezas más importantes del mobiliario eclesiástico, tanto por su valor artístico como cultural. Su tipología permaneció inalterable a lo largo de la historia, configurándose en un respaldo corrido que ocupaba toda la longitud del banco, a su vez dividido en asientos sólo separados por pequeñas particiones a modo de mamparas. Los asientos podían elevarse y bajarse sirviendo a la vez de base y apoyatura al pasar de una posición horizontal a una vertical. A este soporte se le denominaba ’misericordia’.