Tratados de Nimega

Antecedentes

La firma de los Tratados de Nimega supuso un jalón más del relegamiento de España como potencia de segundo orden en el ámbito internacional durante la segunda mitad del siglo XVII, a la par que los Tratados de Westfalia (1648) y de los Pirineos (1659) habían supuesto el reconocimiento creciente de Francia como primera potencia europea.

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