Su labor escultórica se inicia en Valencia, con su padre Pablo Forment y su hermano Onofre, en la realización del retablo mayor del convento de las clarisas de la Piedad (h. 1500), en el de la capilla del gremio de plateros de la catedral (1509), hoy desaparecido, y en el retablo, no conservado, de la colegiata de Gandía (1501-1507); de estructura todavía gótica, posee ya algunos elementos italianizantes.
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