Don Quijote, Primera Parte: Capítulo V
El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha: Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero de Miguel de Cervantes Saavedra Viendo, pues, que, en efeto, no podía menearse, acordó de acogerse a su ordinario remedio, que era pensar en algún paso de sus libros; y trújole su locura a la memoria aquel de Valdovinos y del marqués de Mantua, cuando Carloto le dejó herido en la montiña, historia sabida de los niños, no ignorada de los mozos, celebrada y aun creída de los viejos; y, con todo esto, no más verdadera que los milagros de Mahoma. Ésta, pues, le pareció a él que le venía de molde para el paso en que se hallaba; y así, con muestras de grande sentimiento, se comenzó a volcar por la tierra y a decir con debilitado aliento lo mesmo que dicen decía el herido caballero del bosque: -¿Donde estás, señora mía, que no te duele mi mal? O no lo sabes, señora, o eres falsa y desleal. Y, desta manera, fue prosiguiendo el romance hasta aquellos...
You are viewing 9% of the content of this article.
Request access to your library to consult our electronic resources.
Advantages to be a registered user.
Unrestricted access to all content of the work.
Only verified information from prestigious publishing labels.
Content from renowned authors and daily updates.
The Consortium's new platform offers a search experience that is easy to use and highly usable. It contains unique functions that allow you to navigate and make queries in an agile and dynamic way..
Convenios especiales: Teaching Public libraries