Falsificación

Bellas Artes

Existen muchas clases de falsificaciones en el campo del arte; desde objetos, pinturas y restos arqueológicos hasta todo tipo de obras artísticas (pintura, escultura, dibujo, cerámica, muebles, monedas) y también obras literarias. Consiste en la reproducción de un objeto concreto, o en la imitación de un determinado estilo. El hecho de copiar o reproducir un objeto es delictivo siempre que se pretenda venderlo haciéndolo pasar como auténtico. Igualmente es delito la alteración o sustitución de la firma o marca del autor. La falsificación de obras de arte fue ya corriente en la Antigüedad. Se sabe que fenicios y cartagineses falsificaron y extendieron por los pueblos del Mediterráneo numerosos objetos con jeroglíficos inscritos (carentes de sentido) haciéndolos pasar como egipcios. Los romanos realizaron falsificaciones de monedas y esculturas griegas destinadas a los coleccionistas de arte griego. En la Edad Media fue más corriente la falsificación de objetos religiosos y reliquias. En el Renacimiento se extendió considerablemente el arte de falsificar obras de la Antigüedad clásica y de importantes artistas coetáneos (el Bosco, Durero, Miguel Ángel). En los ss. XVIII y XIX hubo un intenso desarrollo de falsificaciones, siendo en el XIX cuando empezó a generalizarse en el campo de la arqueología; gran cantidad de objetos arqueológicos falsificados invadieron los mercados de la época. Las falsificaciones suelen acompañar a los distintos gustos estéticos y se realizan en aquel género de obras más apreciadas por los coleccionistas. En el transcurso del tiempo ha habido varias falsificaciones artísticas célebres, entre ellas la famosa mandíbula fósil de Piltdown; la tiara de Saitafernes, obra del orfebre ruso Rushomovuski, vendida en 1896 al Museo del Louvre como pieza original del s. III a. de C.; la pretendida Minerva mutilada, vendida por su autor al italiano Dossena, por 30 millones de francos (1927); los falsos Delacroix, Corot, Van Gogh y la serie de los famosos Vermeer, fabricados por Van Meegerenn y adquiridos por varios museos; la enorme cantidad de objetos vendidos como originales góticos en la época romántica. En la actualidad se hacen piezas de cerámica de arte primitivo, africano y oceánico. Hoy día los nuevos procedimientos y técnicas científicas facilitan el trabajo de autentificación de los laboratorios de los museos. Existen, además, diversos centros que actualmente se ocupan en la experimentación y aplicación de los métodos modernos para descubrir las falsificaciones. El especialista se vale de análisis químicos, radiografías y de un conocimiento exhaustivo de las obras originales, para determinar el posible fraude.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información