Lámpara

Origen

Desde los albores de la humanidad, ésta empleó la llama de fuego para iluminarse cuando caía la noche. En uno de los textos más antiguos que poseemos, la Odisea (finales del s. X a. C.), Homero habla de que un pocillo lleno de astillas de teas encendidas iluminaba la estancia a la hora de la comida, mientras las mujeres hilaban o tejían. Estos pocillos estaban colocados sobre trípodes o colgados del techo mediante cadenillas. En este texto aparece la lámpara más primitiva: una especie de pocillo donde se ponía la materia que produciría la llama. En seguida aparece la lámpara de aceite, que proporcionaba la luz mediante una torcida impregnada en este líquido.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información