Características principales de los mercados OTC Negociación directa y descentralizada: no hay un lugar físico definido ni una cámara centralizada que gestione las operaciones. Las negociaciones suelen hacerse por teléfono, plataformas electrónicas privadas o sistemas de comunicación específicos entre las partes. Personalización: los contratos y acuerdos en mercados OTC son negociados a medida, adaptándose a las necesidades particulares de las partes en cuanto a precios, plazos, condiciones y liquidación. Flexibilidad: debido a la falta de estandarización, estos mercados ofrecen una gran libertad para diseñar operaciones específicas, útiles para estructuras financieras complejas o innovadoras que no están disponibles en los mercados tradicionales. Riesgo de contrapartida: al no existir una cámara de compensación que garantice las transacciones, el riesgo de que una de las partes incumpla su obligación (riesgo crediticio) es mayor que en los mercados regulados. Menor regulación y supervisión: en comparación con los mercados organizados, los OTC tienen una regulación más laxa, lo cual puede generar mayor riesgo, pero también mayor agilidad y menos costos para negociar. Participantes especializados: generalmente operan en estos mercados bancos de inversión, grandes empresas, fondos de cobertura e inversores institucionales, no es un ámbito para inversores minoristas por su complejidad y riesgos. Tendencia hacia la digitalización: en los últimos años, muchas de las operaciones OTC se realizan a través de plataformas electrónicas, aumentando su transparencia y eficiencia en ciertos segmentos, aunque los contratos más complejos siguen negociándose tradicionalmente por teléfono o con trato personalizado.