Un americano en París

La pieza

Aprovechando una gira de promoción por Europa de una de sus comedias musicales, Gershwin se puso en contacto a su paso por París con Maurice Ravel y Nadia Boulanger para pedirles ser alumno suyo. Ambos lo rechazaron porque consideraban que la influencia que pudieran ejercer sobre él podía restarle la natural espontaneidad que imprimía a sus partituras. Pero aquella estancia en París no resultó estéril. Ravel le había sugerido a Walter Damrosch, director de la Filarmónica de Nueva York, que ya había pedido en otras ocasiones al compositor la creación de obras por encargo, que animara a Gershwin a escribir una obra en la que reflejara sus impresiones de su primera visita a la capital francesa. Compuso la mayor parte de la partitura entre París y Viena, y la terminó durante la travesía de regreso a Nueva York.

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