... e disgregan por influencia de dos fuerzas contrarias, externas a ellos, el amor o la amistad (philía) y el odio (neikos), que actúan alternativamente. El ciclo regido por ellos comienza cuando el amor ...
... inyectan, por medio de constantes discursos y escritos, una «conciencia de clase» y un «odio clasista»; por eso es que se le describen, subvirtiendo su verdadero significado, las clases dirigentes ...
... acento de niña-mártir le colmó de indignación... y la odió, la aborreció. Y en tanto que su boca mordía ... de viejo el banquero: y aun Víctor en su odio se veía forzado á...
... hotel que tantas veces, al pasar por el inmediato paseo, había espiado con miradas de odio... Y ahora nada: ni odio ni dolor: un vivo sentimiento de curiosidad, como el que entra en país...
... respuestas, indolentes, tardías, rebeldes á sus mañas. Sus ocultos enojos crecientes en la angustia de odio y de pasión. Pronto la vi por mitad mi sierva, por mitad mi enemiga orgullosa. La cronista ...
... y aturdida, a veces llena de miedo y a veces haciendo esfuerzos para disimular su alegr& 237;a. El odio a los franceses no era odio, era un fanatismo de que no he conocido despu& 233;s...
... , y a eludir en silencio, como si huyera de la peste, su odiosa presencia.Sin duda, lo que aumentó mi odio por el animal fue el descubrimiento que hice a la mañana del siguiente día de haberlo llevado ...
... complace, y Norberta.Restituido á su sitio, la oyó continuar ahora su desprecio hacia Norberta, en odio vivo todavía... en dolor por el amante «que llegó tan torpemente -no quería decir innoblemente ...
... Altamirade José Pastor de la Roca Capítulo VIII - CapitulaciónConsecuencia forzosaEra dar tregua al odio comprimido,Airado el corazón, en tenebrosaLucha de afectos empeñado, heridoPor llaga cancerosa ...
... la guerra le hizo pensar mucho en la juventud. Aquellos jóvenes maltrechos por la guerra, acostumbrados al odio y la venganza, necesitaban una cura de paz. Por eso pensó dedicar el resto de su vida ...
... ropas negras, como si fuesen enormes cuervos, y me pongo a morir... Y, sin embargo, no los odio. ¡Infelices Casi lloro cuando los veo en el banquillo. Otros son los que me han hecho mal. Si el mundo ...
... su aliento; y como ella bajase la cabeza fascinada y suspirante, dijo encima de su o& 237;do:-No, me guardar& 225;s odio, & 191;verdad?Lo quiso as& 237; mi destino infeliz; y mira en qu& 233; grado ...
... . Constituían una mezcla heterogénea y abigarrada: algo de petulante animosidad que no llegaba al odio, algo de estima, aun más de respeto, mucho miedo y un mundo de inquieta curiosidad. Casi resulta ...
... tan enamorado de ella " Y dió orden a los esclavos para que sirvieran el festín y dejó a su odio sobreponerse a estos primeros sentimientos. Sin embargo, no dejó que la compasión huyera de su corazón ...
... un abismo de pesares entre él y yo. ¡Acusaros, Edmundo, odiaros, amigo mío, no A mí es a quien acuso y odio. ¡Oh , ¡miserable de mí -exclamó juntando las manos y levantando los ojos al cielo ...
... procaz y maliciosamente obra en nombre de la santa palabra de Dios.» ¿Por qué este odio? ¿Por qué este odio y aversión contra Zwinglio? Lutero admitía la presencia real de Cristo en...
... comprendiendo a una infinidad; y si semejante conducta perjudicaba a su gloria, la envidia y el odio recaían sobre Vinio, diciéndose de él que, haciendo para los demás escaso y mezquino al emperador ...
... viejo, irreparablemente. Sus heridas son tan imborrables como sus canas. Y como éstas, puede teñirse el odio: la hipocresía es la tintura de esas canas morales.Sin fe en creencia alguna, el hipócrita ...
... y procuraron huir. El herrero, al reconocer al Zarco, no pudo contener un grito de odio y de triunfo: ¡por fin lo tenía enfrente Partió sobre él como un rayo; el bandido, perdido de terror ...
... .-No -dijo Fernando deteniéndole-, quedaos. Poco me importa que odiéis o no a Dantés; pero yo sí le odio; lo confieso francamente. Decidme un medio y lo ejecuto al instante..., como no sea matarle ...
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