... moverme siquiera, en aquel estado de amor, habría sido ridícula. No pude más que sentarme ante el fuego, con la llave del maletín en la mano, y pensar en lo encantadora, en lo chiquilla, en los ojos ...
... en el palacio del Jeique al-Islam, padre de mi esposa, al lado del cual subí a sentarme en el estrado del patio.Y no llevaría una hora de plática con él, bebiendo sorbetes, cuando de improviso ...
... gestos tan expresivos para que no siguiera preguntando, que no tuve más remedio que sentarme y mirar a toda la silenciosa compañía, hasta que llegó la hora de acostamos. Entonces, en la intimidad ...
... os haré daño alguno, no turbaré vuestra paz; seré juicioso, con tal de que me dejéis sentarme en una silla a vuestro lado y miraros...». Porque me pasaba una cosa muy extraña. Desde que me entraron ...
... embargo, sucedió, pues me he encontrado en presencia de cinco y he tenido incluso el honor de sentarme con uno, el rey de Dinamarca, a comer.»Desde su regreso a Filadelfia en 1726, Benjamín Franklin ...
... en la manga y otra aquí, en el sitio del pañuelo. La sangre habrá atravesado el forro del bolsillo; al sentarme en casa de Fenia. Sin duda, me he sentado sobre el pañuelo.Mitia hablaba en tono ...
... bien.Reanimado ya por las fricciones y el masaje que tuvo la bondad de darme el anciano, pude sentarme, pero sin recobrar todavía el uso de la palabra.Entonces el anciano me cogió del brazo y me llevó ...
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