... quiso ponérsela quedó aplastado por completo con el peso de la enorme coraza y del yelmo de acero. Y se desplomó pesadamente sobre las losas de piedra, despellejándose las rodillas y contusionándose ...
... stra reglay el modo que tienen de observarla los templarios del día Se les prohíbe usar galasprofanas, crestón en el yelmo, oro en el freno y en los estribos. ¿Y acaso hay caballeros quese presenten ...
... bordada toda de oro, y a su lado detrás de él llevaba un escudero su lanza, su escudo y el yelmo, que, rodeado de puntas de hierro y sólo adornado de algunas plumas blancas, mostraba que no lo traía ...
... orgullo aristocrático, mató y reemplazó al orgullo feudal que yace en su cota de malla y yelmo. El orgullo popular mató y reemplazó al aristocrático, que yace en sus vestidos de terciopelo y pelucas ...
... de hacer tan buena obra.Salió, en esto, don Quijote, armado de todos sus pertrechos, con el yelmo, aunque abollado, de Mambrino en la cabeza, embrazado de su rodela y arrimado a su tronco o lanzón ...
... ;ida a su lado, la lanza como una entena, el fuerte escudo embrazado... Por la visera del yelmo fuego ven& 237;a lanzando; retemblando con la lanza como un junco muy delgado, y a toda la hueste ...
... Armería. - A la derecha: Arcabucero del Tercio de Saboya. Siglo XVI, armado de espada y de arcabuz, yelmo con penacho rojo. Madrid. Museo del Ejército.El ejército de Carlos V se componía de fuertes ...
... 160;& 160;& 160;Cairvar yace dormido & 160;Y tiene junto a sí lanza y escudo, & 160;Y relumbra su yelmo & 160;Claro a la llamarada reluciente & 160;De un tronco carcomido, & 160;Casi despojo ...
... .En Roma, la danza sagrada y la guerrera eran ejecutadas por los sacerdotes salios, armados de yelmo y escudo, unificando el valor sagrado y el guerrero. Su interés se manifestó con la creación ...
... los arqueros y los soldados con las picas; en la caballería, arqueros con corazas, y también piqueros que tienen el yelmo de punta de la infantería. Los carros llevan cuatro hombres: el conductor ...
... costado. Tiró entonces el Triste de la espada, y con rapidez asombrosa, descargó un tajo sobre el yelmo del moro, tal que le hendió; y entrando el acero hasta el cráneo, y descubriendo los sesos, cayó ...
... los primeros afelicitar al caballero desheredado, rogándoleal mismo tiempo que les permitiese desabrocharleel yelmo, o al menos alzarle la visera,para ser conducido a recibir de mano delPríncipe Juan ...
... soberbio estandarte,Buen capitán de la lírica guerra,Regio cruzado del reino del arte.& 160;Vióle con yelmo de acero brillante,Rica armadura sonora a su paso,Firme tizona, broncíneo olifante,Listo ...
... rayiforme de la familia de los miliobátidos, que llega a alcanzar 2 m de longitud. La cabeza en forma de yelmo destaca del cuerpo, de forma romboidal; cola flageliforme provista de una espina venenosa ...
... tan bien asentados, que más de cuatro paladines tenían ya sus burujones en la cabeza, a pesar del yelmo, si bien éste era de la propia fábrica y hechura del de don Quijote. Los más estropeados ...
... señales de un guerrero que ha salvado la vida a expensas delhonor o de la libertad. Se quitó el yelmo de la cabeza, lo colocó sobre un mueble, y semantuvo algún rato en silencio como si necesitara ...
... montaraz:¡triste molienda para tan excelente molino Antes de hacer lo mismo el caballero sequitó el yelmo, el peto y otras piezas de laarmadura, dejando descubierta una cabezabien poblada, facciones ...
... de las justas de antes hoy harían bastones los duchos comerciantes, y, sacando provecho, del yelmo de Mambrino venderían quincallas para guardar tocino. Si se habla a Dulcinea de amorosas pasiones ...
... . Pero ya no había más remedio que sostener la palabra y el papel, y afianzarme bien en mi pobre cabeza el yelmo de Mambrino para que no se me cayese. Diome D. Matías referencias de Ibero, que retuve ...
... un viento recio que se había levantado, flotaba semejante a un fuego fatuo en la cimera de su yelmo. Por lo demás, tantas lumbres encendidas por la ladera del monte arriba y cuyas llamas, ora vivas ...
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