... , que a fuerza de repetir este acto se había convertido en una callosidad tostada, sin uña, sin yema y sin forma casi. Los barquillos, dorados y tibios, caían en el regazo de la muchacha, que los iba ...
... azúcar.-Es cosa de gusto -aseveró el abad, rebañando con una miga de pan lo que restaba de yema en su plato. -Yo -declaró tímidamente Julián- poco entiendo de vinos... Casi no bebo sino agua.Y al ver ...
... por huevos, que se forman en el ovario izquierdo de la hembra (falta el derecho). En el oviducto, la yema es recubierta de clara y finalmente de una cáscara de cal. Son incubados de 11 (por ej ...
... gérmenes de la enfermedad. En el de Túnez emplean el cerebro de un ratón tífico, y sustituyen la bilis por yema de huevo que, al secarse, envuelve a los virus impidiéndoles actuar con toda su fuerza ...
... o damas Luis XV; de manchas, apuntes y bocetos hechos a punta de cuchillo, o a yema de dedo, tan libres y tan francos, que ni el mismo demonio adivinaría lo que representaban; de tablitas lamidas ...
... . Uno de sus huevos, al desprenderse del nido, hizo pedazos trescientos cedros gigantescos, y su yema inundó y destruyó sesenta pueblos. Cuando se le ocurre abrir sus alas, eclipsa con ellas el sol ...
... manos a la altura de los ojos de él-. Ya no, ya no... Me caso con tu madre, y maldita sea tu alma... ¡yema ¡Qué feo eres, qué horroroso te has puesto, je, je, con la beati... con la beatitud ...
... cal viva de las montañas), ¡yo te espero fielmente en laesperanza Para las moscas el pudor y la yema de la desconfianza:Tus divisas son las nuestras, amiga, los perfumes denuestros claros de cielo ...
... «huesos de Santo», buñuelos de viento rellenos de cabello de ángel, puré de castañas, yema, chocolate o café. Dulces todos que tienen su apogeo en los días de fiestas tradicionales, porque Madrid ...
... en otros tiempos habían reinado en Grecia como ahora los turcos.Muchas veces he visto brotar una yema en el rosal y desarrollarse al cabo de días y semanas hasta convertirse en flor, y hacerse flor ...
... . Nepomuceno bebía también su copita de Jerez llena de migas de rosquilla de yema, y callaba; como si no estuviera en sus atribuciones fijarse en las tonterías de su sobrina, que, desde que había ...
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