... ver& 225; en qu& 233; emplearon el dinero adquirido por tan extra& 241;a industria.Los presos eran tres: D. Carlos, un fraile aragon& 233;s que pereci& 243; el a& 241;o 35 en Zaragoza cuando la c& 233 ...
... de 29TristanaBenito Pérez GaldósNo tuvo la vejez de D. Lope toda la tristeza y soledad que él se merecía ... su sobrino carnal, el arcediano de Baeza D. Primitivo de Acuña, el galán...
... venido? El conde de Moy.-& 161;Mi jefe -Otro se& 241;or comandante de guardias, que debe de ser Her& 243;n; el confesor de Su Majestad D. V& 237;ctor Dami& 225;n S& 225;ez, y dos se& 241;ores m& 225;s ...
... ... en todas partes dejó memoria triste, como D. Juan Tenorio. En palacios y cabañas se coló, y no ... cabeza el plato de la sopa. Durante la comida, D. Lope estuvo decidor, y echaba...
... mosca. Y cuando no me había repuesto del estupor que esta noticia me causó, viene mi tío Frey D. Higinio de Socobio y Zuazo, de la Orden de Calatrava, y me dice que Santiago Ibero ha dado un tremendo ...
... esparcidos, y libr& 225;ndolos de la perdici& 243;n. D& 237;jome que & 233;l en las propias circunstancias ... Perd& 243;n, perd& 243;n -exclam& 243; D. Beltr& 225;n, tambi& 233;n de...
... días toledanosde Benito Pérez Galdós IIIÁngel, en cuanto D. Francisco dijo el ite misa est, salió de la ... voz. «El primer paso está dado, amigo D. Ángel -le dijo-. Verá usted...
... jard& 237;n donde hab& 237;an conversado d& 237;as antes, sigui& 243; el can& 243; ... cardenal Corneto; pero el 5 de agosto, sin que nadie sintiese en los d& 237;as siguientes la m& 225;s...
... Pérez Galdós«¡Qué pedazo de ángel -decía D. Lope, dejando atrás, con menos calma que ... de lo que los amantes decían. Llamándola al pasillo, D. Lope la interrogó con vivo...
... ido sin perder tiempoa echarse a los pies del rey,que es benigno, aunque severo,para pedirle...D. ÁLVARO(Conmovido.) ¿De veras?Con el alma lo agradezco,y el interés de los jefesme honra y me confunde ...
... a engañar el tiempo en la tertulia de su tío D. Suero, donde vio al canónigo Pintado jugando al ... un aspecto desvanecido y fantástico. -Compadre -dijo D. Pito hociqueando el...
El conde de MontecristoCuarta parte: El mayor CavalcantiCapítulo 2de Alejandro Dumas Capítulo segundoLa pradera cercadaPermítanos el lector que le conduzcamos a la pradera próxima a la casa del señor ...
... a aldea, treinta y seis horas después d la veladasublime y de la embriaguez general que había sido ... puso sumamente pálida; apenas tuvo elvalor d preguntar:-¿Hay detalles?-No...
... noche le hallaron medio desnudo en un desv& 225;n del hospital buscando salida para salir al tejado. Dos d& 237;as despu& 233;s dio de pu& 241;adas al cirujano, y frecuentemente se arrojaba del lecho ...
Intellectum tibi dabo, et instruam te in via hac, quagradieris:firmabo super te oculos meos.& 160;002Pág. 002 de 112Libro de Buen AmorArcipreste de HitaEl profeta David, por Espíritu Santo fablando ...
... m& 225;s que hablar. Iremos, se& 241;ora do& 241;a Mar& 237;a.-Ahora, querida sobrina -dijo D. Inocencio entre serio y jovial-, puesto que hemos concluido de cenar, tr& 225;eme la jofaina.Dirigi& 243 ...
... acogiéndose al pie del altar. Es menester que avisemos a D. Carlos que venga pronto, a ver si liberta ... que él tenía mayor necesidad de consuelo. Iba D. Fadrique a buscarle en el P....
... llegados aquella mañana, se sabía que el señor D. Sabino había salido de Vitoria en busca de su grande ... aba en Peñacerrada. Al pronto no se hizo cargo D. Fernando de la situación...
... Conde, acompañado de su hija, de Segarra, del doctor y de doña Antonia; abajo, D. Miguel, asistido por el Marqués, doña Juana y D. Lino, que iba y venía de un enfermo a otro,...
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