... poderosos de las minas. La situación es tan desastrosa, que los disturbios resultan inevitables. El hambre, las enfermedades, el aumento del coste de la vida en un 200 por ciento provocan una huelga ...
... órganos de la opinión pública (y que son con harta frecuencia los organillos con que se anuncia el hambre privada), los hay que por irreflexión o por descuido prostituyen la toga magistral dejándose ...
... uien lo necesitase ¡Así es ella ¡Se hizo extender la tarjeta amarilla para que mis hijos y yo no muriésemos de hambre ¡Se vendió por nosotros ¡Ah, mi querido difunto, mi pobre difunto ¿Ves ...
... Carpio, que ahora va a venir eso del voto.-Esos torrendos nos darán a ti y a mí pa matar el hambre.-Y ello ¿valdrá algo pa salir de un apuro?-Lo que te han valío el fusil, y el clus, y los pedriques ...
... Señor, donde he tenido que encerrar toda mi actividad, todos mis esfuerzos. Me sitié por hambre; me traté como un anacoreta. Pero esto no era lo más doloroso. No bastaba lo que yo pudiera ahorrar ...
... , de la vida atronadoramente veloz y falsa que volteó impasible por encima de sus penas. Lujo y hambre, opulencias y estrecheces, catedrales y procesiones que con su suntuosidad de oros y de palios ...
... a través de lo imposible, en colaboración con D’Ennery.Publica Escuela de Robinsones y El rayo verde.Hambre en Andalucía; la «Mano Negra».Gran Bretaña ocupa Egipto.Milan Obrenovich, primer rey ...
... Parla, yun señor Fresneda, muy flaco, muy espiritado, muy bien vestido ysiempre muerto de hambre.Langairiños, el Superhombre, pertenecía a la redacción de Los Debates, pero sólo en una parte alícuota ...
... 91;9& 93; la ocasión, disfruta las sazonadas delicias de la erudición, que si con hambre solicitamos los libros ingeniosos y discretos, con fruición se han de lograr los mismos oráculos de lo discreto ...
... mantillas. Mas, aunque a mi madreno se le conocía tanto, ella, como dije, no diera su brazo a torcer yantes muriera de hambre que bajar escalones ni faltar un quilatede su punto.<<<>> ...
... L& 243;pez Dom& 237;nguez con el cuento de que los de Atalaya se hallaban muertos de fatiga y de hambre, y que acaso se rendir& 237;an si se les aseguraba que no ser& 237;an fusilados. Contest& 243 ...
... es eso?") -gritó lanzando imprecaciones.- ¡Qué imbécil -gritó la abuela-. ¡En marcha ¡Me muero de hambre Ahora en seguida a comer, haré después la siesta y luego volveré allá.- ¿Quiere ...
... m& 233;dicos fiebre nerviosa castrense, complicada con otras muchas dolencias, hijas de lainsalubridad y del hambre; y en los de tropa todas estas molestias ca& 237;an sobre la fiebre traum& 225;tica ...
... hijos. Ella se consum& 237;a en el tedio de los saraos, y devoraba en silencio las ansias de aquella hambre disimulada y de aquel malestar continuo que hac& 237;a de su casa un infierno. & 161;Oh ...
... ve en la política un arte culinario, no para dar de comer a los pueblos, sino para matar el hambre de cuatro vividores... No creo, amiga mía, que esté el país para esos pistos o bodrios indecentes ...
... .Martín se hizo el asustadizo y el tímido, y preguntó:— ¿Me traerá usted de comer?— Sí. ¿Hay hambre, eh?— Ya lo creo.— ¿No querrá usted rancho?— No.— Pues ahora le traerán la comida ...
... lugar del olvido el nombre mío. & 160;& 160;& 160;& 160;¿Comes? Buena pro te haga; la misma hambre te tome. 260<<<La entretenida de Miguel de Cervantes Personas - Jornada I - Jornada II ...
... rom& 225;nticos, que no tra& 237;an consigo m& 225;s que desvar& 237;os, barullo, hambre Aunque hac& 237;a d& 237;as que la Zah& 243;n se esmeraba en manifestar al joven, ya con miradas desapacibles ...
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