... bíblicos cargados de hijos; ni vio la torre de Ficóbriga, ni los pájaros que volvían del horizonte en vagabundo grupo. No vio nada más que un sol poderoso que había salido ha tiempo en su alma ...
... estos viajes por las interminables soledades no temía á los hombres ni á las bestias. Para el vagabundo predispuesto á convertirse en salteador, tenía su cuchillo, y también para el puma, león ...
... el peso muerto de la tierra Selección de poesía moderna de Enrique MolinaCirce -Itinerarios -Hermano Vagabundo Muerto -Los dibujos del muro -Tierra tatuada antes de dormir -Inadaptación -Alta marea ...
... , que le increpaban, que le preguntaban su nombre, nacionalidad y condición... Tan acosado se vio el vagabundo, y tal temor le entró de aquellas, más que mujeres, bestias en dos pies, que no se opuso ...
... juguete, solía dejar a sus compañeros sentidos de un cachetón. Me hacía contar mis andanzas de vagabundo, en las que encontraba gusto para su fantasía, relatándome en cambio sus fechorías nunca mal ...
... de espanto en los brazos del policía" encargado de vigilar los alrededores del circo, ese vagabundo metafísico sin ascendientes y sin matrimonio, y también sin descendientes, implicado con el mundo ...
... de nacimiento de una nación - III. Un niño voluntarioso en un ambiente pu ritano - IV. Vagabundo en busca de trabajo - V. El escultor de su personalidad - VI. La profunda filosofía de lo vulgar ...
nonePág. 90 de 158Cañas y BarroVicente Blasco IbáñezY el vagabundo, orgulloso de la confianza que ponía en él, rompió la marcha con la anguila en los brazos, seguido de la dulzaina y el tambor y ...
... us monarquías - III. El adiós a la infancia - IV. Primeros pasos en Italia - V. El Rousseau vagabundo - VI. El Siglo de las Luces - VII. Una familia para Rousseau - VIII. Un pensador solitario ...
... traslada a Otaru, un puerto en el extremo norte del archipiélago nipón. La difícil vida de vagabundo que llevó algún tiempo por las provincias del norte del Japón, le proporcionó al poeta una idea ...
nonePág. 074 de 97La lucha por la vida I Tercera partePío Baroja-Bueno.-Toma esto para la cabeza -y le arrojó una falda de mujer arrebuñada.Manuel apoyó allí la cabeza y quedó dormido. Se despertó a ...
... son estos que salvan a un culpable y sacrifican inocentes; que salvan a un viejo vagabundo a quien sólo le quedan unos pocos años de vida y que no será más desgraciado en el presidio que en su casa ...
... pobrezas que iba a dejar. ¿Por qué? Porque detrás de ellas estaban todos mis recuerdos de resero vagabundo y, más arriba, esa indefinida voluntad de andar, que es como una sed de camino y un ansia ...
... que está loco ¡Pero, por Dios, padre Zaharín, echarse a una vida de vagabundo, con ese par de pencos... Y no lo digo por la religión mismamente; que todos, el que más y el que menos, si decimos ...
... hombres habían vuelto a sus faenas y las mujeres que entraban en la barraca del vagabundo reconocían la impotencia de sus remedios. Las más viejas explicaban la enfermedad a su modo. Se le habla ...
... bien para dirigirlo». En estas palabras del Libertador se advierte el conflicto latente. El jefe llanero era un vagabundo sin cultura, un hombre que a los siete años huyó de su hogar para deambular ...
... , la soledad, la sombra distribuida en masas caprichosas, avivaban más en el espíritu del vagabundo la impresión de leyenda dramática o de histórico lirismo. En sus primeras caminatas, la planimetría ...
... Dehesa, se alejaba de Tonet, recordando la paliza con que había agradecido el abandono de aquella noche.El vagabundo, como si este suceso decidiese su porvenir, se había refugiado en la casa del cura ...
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