... he hecho yo? Nada m& 225;s que franquear mi casa a D. V& 237;ctor S& 225;ez, que me dijo necesitaba ... & 233; de Madrid; correr& 233; la noche y todo el d& 237;a de ma& 241;ana... Pronto,...
... primeras expansiones de su amor.Al entrar en la sala, D. Benigno vio a Romo que iba a su encuentro abriendo ... ...-Yo cre& 237; que estar& 237;a aqu& 237; D.& 170; Robustiana -a& 241;adi&...
... Benito Pérez Galdós Pedagogía& 160;: VIIILa mesa de D. Pedro había ido ganando, día por día, en ... , afable y cariñoso con todos menos con los alumnos. Cuando D. Pedro se iba a...
... ;a, cuya alta misi& 243;n era promover desde la frontera el levantamiento de partidas realistas.2.& 186; D. Jos& 233; Morej& 243;n, oficial de la secretar& 237;a de la Guerra y despu& 233;s secretario ...
... Sabel y le dio mala espina.El Sr. Pumariega, D. Casto, notario retirado de la profesión y usurero en ... de entregarle el ratón del campo. Al fijar números D. Casto, doña Berta...
... mano y en la punta del palo la gorra.-Nelilla -le dijo el chico- ¿no es verdad que así se pone el Sr. D. Teodoro? Ahora pasaba por la charca de Hinojales y me miré en el agua. ¡Córcholis , me quedé ...
... entere...-& 161;Hombre -exclam& 243; el Rey, d& 225;ndose una palmada en la rodilla-, me carga ese ni& ... 191;qu& 233; te parece, Pipa& 243;n?-Admirable: unos d& 237;as m& 225;s de c&...
... tuvo sobrecogida y anonadada. -Vete a nuestra capilla y siéntate, que estarás cansada -le dijo D. Buenaventura al darle el agua bendita. En aquel instante empezaba la sublime ceremonia de la bendición ...
... 237;a y custodia a Sola por la noche, y por el d& 237;a D. Benigno, su hermana y sus hijos mayores ... atrevida idea, impropia de persona tan razonable. Durante tres
... le pareció a la medida. No se sabe adónde habría llegado su confusión si no viera entrar muy oportunamente a D. Fernando, que con su franco reír se dio a conocer como autor del bromazo. -Chiquio-dijo ...
... Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (1989-1995),y secretario general del Plan Nacional de I+D (1995-1996). Autor de numerosos libros y artículos de carácter científico-técnico, ha dirigido 16 ...
... Esc& 225;ndalo de los esc& 225;ndalos Parec& 237;a que est& 225;bamos en Francia y en los sangrientos d& 237;as de 1792. El mismo Rey me ha dicho que los Ministros entraban en la C& 225;mara cantando ...
... que fuese a Madrid y al palacio de Fúcar. Entró. D. Pedro, su hija, el marqués de Onésimo y la ... . Después de comer, y habiéndose retirado los amigos, D. Pedro y ella se...
... & 233;s de Castelar hacia la casa de Correos, donde estaba la Junta permanente. -& 191;Qu& 233; hay, Sr. D. Diego? -pregunt& 233; a estevi& 233;ndole venir hacia m& 237;, con su escarapela de honrado ...
... de las palmas, cuya solemnidad melancólica le embelesó. D. Francisco Mancebo llevole a un buen sitio del ... conclusión tuvo la mala suerte de tropezarse con D. León Pintado, con...
... , talento, y madurez de Zurita. Sucedió al Cardenal D. Fernando Valdes, y por su mandato hizo la colección ... , y de sumo estudio, que harán honor á D. Gerónimo de Zurita. Véase...
... en dar carrera a estos chicos, dijo D. Antonino; veamos, Mateo, ¿qué desearías tú ser? ... mi hija, puesto que os queréis, le dijo. Aquella noche D. Antonino llamó a su sobrino...
... Clara sino entrar en un convento o dar la mano a D. Casimiro? ¿Por qué, dirá V., ha de pagar Clara ... habitual. Un poco más tarde vino el benigno D. Valentín, y todos fueron a comer...
... 241;a, cascarilla, barras de esta& 241;o y cobre y maderas finas... Pues, se& 241;or, despu& 233;s de cincuenta d& 237;as de navegaci& 243;n, el 5 de Octubre, vimos tierra, y ya cont& 225;bamos entrar ...
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