... Pobre amigo —dijo—. Eres tú quien recibe el castigo del insulto que me han dirigido.Y acariciando el cuello de la víctima inocente, puso al animal al paso, hasta casa de Bernardo, a quien dijo ...
... 160;Peggotty, querida mía -dijo después-, acércate más (estaba muy débil), pasa tu brazo por mi cuello y vuélveme hacia ti; tu rostro parece que se aleja y quiero verlo cerca.» Hice lo que pedía ...
... (A DON DIEGO.)& 160;& 160;Perdonad mi ingratitud, señor. DON DIEGOYa padre os enlaza el cuello, quien enemigo vuestra muerte procuraba. DON PEDROYa nos consta del suceso, 1190y las confusas ...
A veces cruza mi pecho dormidouna alada magnolia gimiendo,con su aroma lascivo, una campanatocando a fuego, a besos,una soga llaneraque enlaza una cintura,una roja invasión de hormigas blancas,una ...
... . El viento parec& 237;a dormido.Tacuab& 233; fuese adelantando con lentitud por el llano, echado sobre el cuello de su & 171;oscuro& 187;.En esa posici& 243;n, recorri& 243; m& 225;s de doscientas ...
... . Decoración para un abanico. París, Museo Carnavalet.«Era tan delgada y sus brazos y cuello tan descarnados, que resultaba imposible alabarla en este aspecto.» Así describió Madame de Motteville ...
... -»No, Francisca, no -murmuró su señora-; me has salvado »Y echando uno de sus brazos de marfil al cuello de ébano de la esclava, la atrajo a sí prorrumpiendo en sollozos.-»Ya viene el alba -dijo ...
... de fuego, porque siendo gentilhombre mendicante, caminaba con horma y bigotera a un lado y molde para el cuello y la bula en el otro; y esto y sacar mi sombra, llamaba yo mudar mi casa.Desapareció ...
... anillo de su nariz -una avellana- obliga a la luna llena a ponerse al cuello el gancho de la esclavitud. En cuanto a la planta de sus dos piececitos, es de lo más encantadora. Su corazón es un pomo ...
... rizaba el bigotey mi pelo era negro,cuando me ponía pantalones ajustadosy un diamante en el cuello,fui excelente raptor de corazones: burlé a muchas.Pero cuando hicieron las canas su acto de presencia ...
... por donde entr& 243; el proyectil, sal& 237;a un hilo de sangre, que bajando por la sien el carrillo y el cuello, escurr& 237;ase entre la piel y la camisa. Fuera de esto, su cuerpo no parec& 237 ...
... los cerrojos y se precipita en la habitación en laque contemplamos a la mujer colgada, suspendida del cuello por retorcidos lazos.Cuando él la ve, el infeliz, lanzando un espantoso alarido, afloja ...
... y espadañas que la pueblan sirven de abrigo a infinitas gallinetas de agua y lavancos de cuello tornasolado. No lejos de esta ensenada está el pueblo de Carucedo, sentado en una fresca encañada ...
... puedo salir -me dijo In& 233;s corriendo al lado del anciano, que le ech& 243; los brazos al cuello y la bes& 243; con ternura.-Bien, se& 241;ora -dije con un despecho tal, que me sent& 237; impulsado ...
... dio un paso hacía ella..., otro..., y sintió unos brazos delgados y flexibles que se liaban a su cuello, y una sensación fría en sus labios ardorosos, un beso de nieve..., y vaciló..., y perdió ...
... , con cuyo ruido se espantan. En esto, vi alzar y poner en el navío un cuello como de serpiente terrible, que, arrebatando un marinero, se le engulló y tragó de improviso, sin tener necesidad ...
... enemigos de Su Alteza, que os perdonó. Ya decía yo que se había equivocado al no cortaros el cuello.-¡Padre mío ¡Padre mío -exclamaba Rosa.-¡Pues bien ¡Tanto mejor ¡Tanto mejor -repetía ...
... darle un nombre, según se acostumbra". Scharkán cogió a la niña en brazos, y al mirarla, le vió al cuello, pendiente de una cadena de oro, una de las tres maravillosas gemas de Abriza, la infortunada ...
... mujeres algún comistrajo recién comprado; los chicos, con sus bufandas enroscadas en el cuello, cargaban rabeles, nacimientos de una tosquedad prehistórica o tambores que ya iban bien baqueteados ...
... , de obesidad enorme, con la cabeza metida entre loshombros, con cinco o seis papadas en el cuello; despachaba de cuandoen cuando una copa, que cobraba de antemano, y hablaba poco, condisplicencia ...
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