... pecho A mí el pecho se me ensanchaba como por milagro; respiraba fuerte, como una fragua y... ¡zas allá iba un botón; y el cabo allí enfrente, debajo de mi barba, insultándome, sacudiéndome ...
... antiguos, con la visera calada. Pero como no es usted de hierro, sino de carne, cuando menos lo piensa, ¡zas , se encuentra enfermo, enfermo, herido sin saber dónde... No pierde usted sangre ...
... luna alumbraba de firme Bueno. A la otra noche, estábamos cenando, y ¡plun , de repente, ¡zas , a la puerta. ¡Cristo mío, qué tamborilazos ¡Nadie probó más bocao allí En esto se oye una voz ...
... viejo sobre sus piernas; pero antes de caer al suelo, la hoz partió horizontalmente contra su cuello, y... ¡zas , cortando la complicada envoltura de pañuelos, abrió una profunda hendidura, separando ...
... go así como un Meunier- pero más malo que la peste. En cuanto acierta a ver un barbo se va derecho a él y ¡zas se le cuela en «les humides régions». Claro que el pez se defiende, zambulléndose ...
... atención a los negocios e intereses del mar, como para ejercitarse y cobrar fuer- zas y de este modo marchar contra aquel. Hay en la Licia, cerca de la ciudad de Janto, una fuente de la que se dice ...
... , entre el agua, sin atropellar, pero no tampoco muy despacio, dispuesto a todo, y el látigo levantado. ¡Zás , de repente, un barquinazo terrible; el caballo hundido hasta el encuentro; la rueda ...
... de escupírselas; afírmase a su gusto sobre los pies; levanta los brazos hasta más atrás del cogote, y... ¡zas Pero el ansia misma que tiene el granuja de deslomar al perro, le hace perder el tino ...
... poder reunir la suma en un par de meses, cuando allá por los primeros días de mayo... ¡zas , la cuenta. Por entonces fue el casamiento de la infanta Isabel, y estaba la Pipaón muy entretenida ...
... pluma traz& 243; las & 250;ltimas f& 243;rmulas de pasi& 243;n, ech& 243; la firma, y & 161;zas , al correo.Episodios Nacionales& 160;: España sin Rey de Benito Pérez GaldósI -II -III -IV -V -VI -VII ...
... á, haciéndolas sonar como cascabeles.Su amo dormía: sentose Felipe, cogió la pluma y ¡zas ... allá te van renglones. ¡Quia , esto no suena. Otra vez, borra y vuelve a escribir. No sale... Ahora ...
... criando el nene al sobrino de un Ministrejo, y busca buscando plaza, han visto la mía, y ¡zas ... Nación maldita, ¿por qué no te arrasaron los moros, por qué no te taló el francés y te descuajó ...
... antiguos, con la visera calada. Pero como no es usted de hierro, sino de carne, cuando menos lo piensa, ¡zas , se encuentra enfermo, enfermo, herido sin saber dónde... No pierde usted sangre ...
... Ah, tú, oh, no ves? ¡Me creerías en marcha No he querido, ¡enferma Un segundo, y ¡zas , tren que parte... Pero ¡calla ¿tal vez, el chico ese que bajaba, mi continental?... ¡qué estúpidos ...
... obra. A cada miembro cortado, echaba sangre su corazón de padre; pero no había remedio ¡zas Más que trabajo de reducción debía ser aquello un trabajo de compresión. Era necesario coger al gigante ...
... ; y si se quedaba sin dinero suelto alguna vez..., ¡cualquiera le cambiaba uno «Piiiii... ií.»¡Zas Un manotazo. Se fue el mosquito. Desde el respaldo se le había aposado en un pecho. La mano ...
... osotras las personas alas para volar como los pájaros. ¡Qué cosa más bonita que hacer zas, y remontarnos y ponernos de un vuelo en aquel pico que está allá entre Ficóbriga y el mar ...-Si Dios ...
... entrega la bolsa por la vani¬dad. Engríese, a falta de algo mejor, hasta de sus flaque¬zas y miserias, y es como el niño, que con tal de hacerse notar se pavonea con el dedo vendado. ¿Y la vanidad ...
... . Entraban las ideas unas tras otras, atropellándose, y la memoria, una vez que las cogía dentro, ¡zas , cerraba la puerta para no dejarlas salir. No te asombres; no sólo sé todo lo que sabía ...
... & 243;n.Bueno; aguardar& 237;a a llegar a aquella esquina, y una vez en ella, & 161;zas soltaba su demanda, aunque cortase a T& 243;nica en lo mejor de sus confidencias.Ya estaban en la esquina ...
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