... unas de otras, al son de una murga estridente y bajo una atmósfera de tabaco y aceite de candil. Poco a poco se fue orientando; y como era frescachona y rolliza, cosas bastante raras en aquel agosto ...
... para que no se asome, y dejando cerrada a la luz solar la habitaci& 243;n, he encendido el candil, haci& 233;ndole creer que hay una fuerte tempestad de truenos y rayos. Como no caiga una bomba all ...
... a equitaci& 243;n. Su constante oficio era la galanter& 237;a arriba y abajo, en los estrados y en los bailes de candil. Parec& 237;an escritos expresamente para & 233;l los famosos versos: & 191 ...
... porción de papeles del padre Matamala. Figúrese usted... y entre ellos algunos que podían arder en un candil, como son los del arcediano de Alcaraz, que estaban en cifra, y los de los tres coroneles ...
... a tres jaiques viejos, dos mantas de pelo de cabra, un mortero para hacer alcuzcuz, un candil de hierro y una olla de cobre llena de pesetas (que desenterró de un rincón del patinillo de su casa ...
... Vale mucho?JINETE.Pero ¿no quieres éste?(Saca un cuchillo de oro. La punta brilla como una llama de candil.)AMARGO.He dicho que no.JINETE.¡Muchacho, súbete conmigo AMARGO.Todavía no estoy cansado ...
... personal masculino y femenino que veamos en palcos y butacas? No pod& 237;a usted encontrar, ni busc& 225;ndola con candil, persona m& 225;s para el caso, porque como de alg& 250;n tiempo ac& 225 ...
... comer..., y él se ríe... Porque, eso sí..., hombre de mejor boca no se hallaría ni buscándolo con un candil. Lo mismo le come a usted un pedazo de pan tierno que media cuarterón de bofes. Si le da ...
... esos bandidos? Eso sería horrible. -Pero es verdad -contestó el marqués tristemente-. Él fue al baile del candil de acuerdo con ella. Eso saltaba a la vista. El encontrar la casa sola, y el aviso ...
... de claudicar, en la ciudad a cada vuelta de esquina; en aquellas soledades grandiosas, ni aunque se buscaran con un candil... Y no lo pudo remediar el buen Bermúdez: poseído de su tema y encantado ...
... después de cenar, antes de acostarse, mientras se paseaba por la espaciosa cocina a la luz del candil de Sabelona, pensaba que en ella había una recóndita energía que la llevaría a un gran ...
... bota de que se servían. El adorno del cuarto consistía en una mala mesa de pino, en que ardía un candil, dos o tres escaños o bancos cojos y varias piezas de armaduras, como escudos, yelmos y espadas ...
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