... de la presidencia de la nueva Confederación Germánica. Tanto él como su ministro Metternich fueron el alma de la Santa Alianza, principal represora de los movimientos liberales europeos. En política ...
... , al olfato, al o& 237;do y al tacto. Bien sabe & 233;l lo que se hace. Si ha le& 237;do usted la vida de la madre Santa Teresa de Jes& 250;s, habr& 225; visto que alguna vez el demonio le pint& 243 ...
... cabeza, que, si no acuden a la defensa del chico los compa& 241;eros que por all& 237; cerca andaban, la santa habr& 237;a dado cuenta del Ep& 237;stola y del mismo Evangelio, si as& 237; se llamara ...
... , y a ellos pertenece su propiedad; entre los rieles crece la hierba, lo que demuestra que a& 250;n sigue la santa calma de aquellos tiempos de carromatos y galeras aceleradas. Las industrias m& 225;s ...
... pensado se comerán unas a otras. -¿Y en qué se ocupan?-En nada, mejor dicho, en rezar. Una de ellas es santa, y le aseguro a usted que cuando se pone a hablar de sus santidades, es cosa de morirse ...
... a Madrid, aquí habla con algunos compañeros, leconfirman lo dicho por los periódicos franceses; va a Santa Agueda, ymata a Cánovas... Esta ha sido la obra del Gobierno y la réplica de losanarquistas ...
... tembló un poco la voz a don Gabriel- allí debe estar pidiendo por mí, porque fue una... már... una santa. Al morir me dejó encargada su hija; no lo supe hasta que mi padre falleció. Yo me encuentro ...
... el paladar regaladas delicias. Hac& 237;an entre otras cosas un compuesto de abadejo que en la Semana Santa de cierto a& 241;o produjo grand& 237;simo zipizape en el cabildo catedral por los celos ...
... ser que aparezca una Religión milagrosamente revelada por el Cielo que inspire a los hombres una cosa más santa. En cuanto a sí sus sentimientos son ajustados a la razón, o no, hemos de dilucidarlo ...
... público cuando lloraba la familia, no sólo la muerte de la incomparable, de la virtuosísima, de la santa señora y madre, sino otras desdichas altamente desconsoladoras, que no era preciso nombrar ...
... mínimo, le habló de esta manera: -Caballero: Dios, que es infinitamente misericordioso, tenga a V. en su santa guarda. No por amor suyo, de que V. carece, sino por el mundano honor de que V. se jacta ...
... , contra Trípoli y Bugía que había de mandar en 1510 el Conde Pedro Navarro. Renovada la guerra de la Santa Liga en Italia, volvió Alarcon al teatro de sus pasadas victorias, que debia serlo de nuevos ...
... lear& 233; nombres convencionales.Recuerdo haber visto por aquel tiempo en la f& 225;brica de Santa B& 225;rbara un hermoso tapiz en que estaban representadas dos lindas pastoras. Habiendo preguntado ...
... Turcos, que no los tiene Solimán mejores. (Vase.) SOLDADO 3.ºOh saco de los cielos milagroso, o Túnez santa, o Túnez salubérrima, rico salgo de ti Túnez famosa, que me has dado este cofre de cequíes ...
... padecer, ¿qué ha sido más que la gloria tuya? Tú me has resucitado... No me digas que no eres santa, porque eso será lo único que no te creeré». De este tiroteo de ternezas, en elevada región ...
... Francia, de Londres a París, y de París a Buenos Aires, que de Entre Ríos al Retiro, y de Tucumán a Santa Fe, y que esto no lo conocería lord Palmerston? ¡Bah, señor Mandeville, yo nunca he esperado ...
(Santa Tecla, El Salvador, 1878 – San Salvador, El Salvador, 1-XII-1967). Político salvadoreño. Fue Presidente Constitucional de la República de El Salvador entre el ...
... el Carmelo.Sonetos de Pedro Calderón de la Barca A las flores (Calderón de la Barca) -A un altar de Santa Teresa -Aurelio -Crisanto -David -De Mirtillo -Del pecador herido -Del rey -Hermosura -Imagen ...
... besarte; no hay más remedio. Te besaré conrespeto; ¿no quieres? Te besaré como a una santa. ¿No te convencestampoco? Te besaré como si besara la bandera roja, ¿sabes?La Salvadora vaciló y presentó ...
... de cierra y abre, cuyo ruido semejaba ya por lo estrepitoso, m& 225;s que al instrumento de Semana Santa, al rasgar de una tela.Durante un buen rato callaron los tres. Hab& 237;a entrado el coche ...
2.914 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información