... que él trabaje, y puede consagrarse, libre de la gleba, a cultivar la flor del alma, la santa imaginación, sin que le importe mucho que el fondo de aquella existencia, fácil, sugestiva de visiones ...
... moros, a los cuales no se les puede dar a entender el error de su secta con las acotaciones de la Santa Escritura, ni con razones que consistan en especulación del entendimiento, ni que vayan fundadas ...
... rendirnos al pie del altar? ¡Te quiero pura, te quiero noble, te quiero santa ¡Te amaré entonces más que hoy ... ¡Acepta mi mano -¡No puedo -respondía aquella mujer incomprensible.Y este debate ...
... de demostraciones apasionadas. En Madrid y aquí mismo me ha confiado que siente hacia ti una afición purísima y santa, y que se considerará feliz si le das el nombre de esposo. Gloria, más incapaz ...
... tres dioses distintos y apartados, sino un solo Dios verdadero. Finalmente, creo todo lo que tiene y cree la santa Iglesia católica romana, regida por el Espíritu Santo y gobernada por el Sumo Pont ...
... ;a del tim& 243;n hab& 237;a venido a ser irrisoria, como la que le pusieron a Cristo en su santa mano. Tan turbada estaba la Se& 241;ora, que nos pregunt& 243; muy sorprendida que por qu& 233; no cen ...
... la comunidad de jesuitas. En trance de muerte, empeorada su salud por constantes abstinencias, se le apareció santa Bárbara acompañada de dos ángeles que le traían el Viático. Años más tarde vaticinó ...
... paso de minueto me recordaba los olivos de Andalucía; traspasamos la alta sierra en cuyo término Santa Teresa ha dejado su imperecedera memoria sobre un caserío amurallado que parece montón de ruinas ...
... y sus exvotos de cera, entre lazos y cintas, se rodeaban de esplendor fúnebre. El amarillo cuerpo de la santa imagen reproducía con su patinoso barniz antiguo las llamas rojizas, y el cárdeno rostro ...
... perdía su solemne gravedad. Su embriaguez a nadie causaba daño, y el vino era cosa santa: por algo sirve en el diario sacrificio a la Divinidad. El mundo era hermoso, pero visto a través de un vaso ...
... os empréstitos, a una incontrolada emisión de papel moneda («vales reales») y a solicitar de la Santa Sede la venta, en beneficio del erario público, de una parte de las propiedades eclesiásticas ...
... de tan intenso sentir, de tan inefable grandeza, momentos infinitos, instantes de gloria eterna? Música, santa música: cántalos tú que puedes, y deja que yo siga, con el run run prosaico de la pluma ...
... un río helado -Canción a San Isidro -Cantarcillo -Cuentan de un sabio -Descripción del Carmelo, y alabanzas de Santa Teresa -Décimas a San Isidro -En la muerte de la señora doña Inés Zapata -Lágrimas ...
... malafix; comprendo que Napoleón, el furioso degollador de hombres y debelador de pueblos, cayera en Santa Elena con el estómago corroído por los gérmenes aun ignorados del cáncer; me explico que Hegel ...
... al cabo el cariño con que había sido acogida y el encanto que derramaba en su pecho la santa calma del claustro, tenían natural atractivo a sus ojos. ¿Quién sabe lo que le aguardaba el porvenir ...
... dignoshuéspedes: aquí nos vemos rodeados de infieles,peores tal vez que los fue habéis vistoen la Tierra Santa, señor caballero. La cenanos aguarda: servíos y supla la buena voluntada la pobreza ...
... tenga arrojo suficiente para afrontar el peligro, para prestar servicios dif& 237;ciles a una causa santa?-Al contrario, se& 241;ora, comprendo que una mujer como usted es capaz de eminentes acciones ...
... ue nos amamos, y que Luz, que me había deslumbrado por hermosa, acabó de enloquecerme por buena, por inocente..., por santa. Resulta ahora que esta Luz sin tacha es hija de una madre llena de pecados ...
... -Relaciones religiosas -Acto de amor compuesto por una monja -Saetas de Semana Santa -Coplas de Nochebuena -RefranesRefranes y máximas populares - Refranes agrícolas y observaciones meteorológicas ...
... y Atl, en San Pedro y San Pablo, daban rienda suelta a la plasmación de las Fiestas de la Santa Cruz; cuando Diego Rivera y Fermín Revueltas recreaban la historia patria y José Clemente Orozco ...
2.674 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información