... lid.-¡A las armas , respondieron todos a la vez; y arrojando don Pelayo en medio del gótico salón una de sus manoplas de acero, llamó un rey de armas, y mandóle llevar al conde de Urgel aquel férreo ...
... breves momentos de enojo (véase qué extraña es la condición humana) eran de lo que más me apegaba al salón de los Amigos. En mi hogar sólo tenía el derecho de enfadarse mi dulce costilla. Siquiera ...
... como pude. En seguida entramos en confidencias. Lola, según me informó, poseía un barco-salón en el río, dos autos en la carretera y una bodega con licores de todos los países del mundo. Recibía ...
... al suceso ya próximo y cuyo éxito era un pavoroso enigma. No pasaban de doce, y ocupaban un gran salón mal amueblado en la planta baja de un caserón ruinoso. En sus semblantes más se notaba tristeza ...
... Ana Pavlovna lo acogió con un saludo que reservaba para los hombres del últimoplano jerárquico de su salón, pero, a pesar de esta salutación dirigida a un inferior, al ver entrar a Pedro, la fisonomía ...
... los tacones, algo de protesta contra el mal tiempo. Veterano del Casino había que llevaba andado en aquel salón camino suficiente para llegar a la luna. Paseaban los dos amigos, y Mesía iba entrando ...
... esperar y empieza a engullir dulces.»Isabelita se enamora del pobre y se niega a entrar en el salón si no lleva de galán a Periquín. La Condesa vacila, pero concluye por ceder; Isabelita y Periquín ...
... Experimentaba la sorpresa del que al entrar en un palacio maravillosove francas las puertas de un segundo salón todavía más admirable, yluego penetra en un tercero que le parece superior, perdiéndose ...
... de filósofo que erandebidas a la conciencia de su inferioridad. Volvía de acompañar hastala puerta del salón a la señorita de la Mole, la cual pretendió que sehabía hecho daño en un pie corriendo ...
... dijo--. Volveré todos los días, hasta que meperdone.»Aquella tarde la pasó Elena sola en su salón. Varias veces tomó unlibro, pero sus ojos se deslizaban sobre las páginas sin comprender elsentido ...
... salido garantede su discreción, seguro de que podía hacerlo sin peligro. Voy a llevarlea un salón, donde se reunirán doce personas: su misión será tomarnota de lo que allí se hable... No se atosigue ...
... sonrió y se levantó con la misma invariable sonrisa de mujer absolutamente hermosa con que habíaentrado en el salón. Con el ligero rumor de su leve vestido de baile con adornos de felpa, deslumbradora ...
... a casa del señor Pumblechook, dijo, mientras tenía la mano en el cierre de la puerta del salón:- Comprendo, caballero, que las personas distinguidas de Londres no pueden ser parroquianos de un sastre ...
... clases, habitantes en la ciudad, acudieron tempranito a coger puesto en las claraboyas del Salón de Columnas para ver la comida de los pobres. Se enracimaban las mujeres junto a los grandes círculos ...
... que por todas partes sonaban, creyó al oír los de Wamba quelos sitiadores se habían apoderado del salón. Corrió a dar esta noticia al Templario, y losdos prisioneros no hallaron la menor dificultad ...
... patio a cuyos lados había dos perros depiedra. Subimos por la antigua escalera, hasta llegar a un salón con cierto aire entre abandonado y señorial,un cuarto sin luz, húmedo y frío.El capitán Sandow ...
... da al vestíbulo tiene comunicación con esta pieza sin necesidad de pasar por la antesala, por el salón ni por la galería. Los nichos para colocar candelabros en los aparadores y para poner rinconeras ...
... madame de Tencin, de quien D’Alembert era hijo natural. Madame de Popliniere era conocida por su salón dedicado exclusivamente a temas de música. Al promediar la mitad del siglo, se fue advirtiendo ...
Brenda& 160;: 21En el bailede Eduardo Acevedo Díaz En la noche del lunes, los elegantes salones de la casa-quinta del se& 241;or Samuel Stewart, en el camino de la Agraciada, daban cabida a una ...
... puerta, cerrada casi al mismo tiempo que abierta, no había podido, por decirlo así, dejar penetrar en el salón más que un soplo de armonía. Franz y Alberto cambiaron una mirada y volvieron los ojos ...
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