... de absolverlo.El presidio es un pueblo encantador para hombres de tal índole. El Chato se quejaba de hambre. Allí no la pasará. Echaba de menos una buena cama. En el presidio la tendrá. ¡Y tendría ...
... corazón, y la avara condición vive con la senetud. 330& 160;& 160;& 160;Pero, ¿a qué pecho no doma la hambre del oro?<<<La entretenida de Miguel de Cervantes Personas - Jornada I - Jornada ...
... vacilan los que bien aman, y acabaría la escena por decidirse ella a arrostrar el hambre, las mazmorras y aun la muerte, antes que consentir en ser de otro, y por jurarla él, viéndola tan firme ...
... frutos con prodigalidad me sustentan. Aquí, huyendo de la guerra, hallé la paz; la hambre que en ese mundo de allá arriba, si así se puede decir, tenía, halló aquí a la hartura; aquí, en lugar ...
... Seymour en la invasión de Egipto. Werner Bischof fotografía la India y su gran problema, el hambre. Los tiempos han cambiado para los reporteros: ya no existen las apacibles reuniones políticas del Dr ...
... ave que mas vive. Tambien se la representa en el viejo Saturno, el mas anciano de los Dioses.EL HAMBRE.Se la colocaba á la puerta de los infiernos y en las orillas áridas del Cocito. Se la representa ...
... guerra lalance se hará popular por doble motivo: porque hacer la guerra es llevarel hambre a los jesuitas, según frase del vulgo; hacer la guerra eslibrar a esos monstruos del orgullo, los franceses ...
... .- ¡Ay qué gandules Como no se los dé de comer toditos los días del año, ya les tiene usted cayéndose de hambre.GINÉS.- (Queriendo abrazarla.) Glorificamus te.SANTAMONA.- Quita, quita, moscón ...
... había comenzado su tarea de mendigo. El pan y la aguamiel habían aplacado, bien que mal, el hambre y la sed de Miguel Strogoff. Nadia le había reservado la mayor parte de esta insuficiente comida ...
... ,arrostraron el fuego de los cañones.¡Y al fin te abandonaron, como el enjambrela colmena abandona: cediendo al hambre La vez segunda, en mengua de tu decoro,lo que el hierro no pudo lo pudo el oro ...
... . Al encontrar a su semejante, le ve en peligro de morir por enfermedad, por fatiga, por hambre o sed; ¿puede dejarle abandonado y no socorrerle en su infortunio? Claro es que no. Luego el auxilio ...
... . No se embaraza con lasbuenas dichas quien merece otras mayores; lo que es ahíto en unos es hambre en otros. Hay muchos quese les gasta cualquier muy importante manjar por la cortedad de su natural ...
... o la satisfacción de los deseos, como una felicidad.Antes, cualquier deseo producido por un dolor o una necesidad: hambre, sed, fatiga, se satisfacía por función de su cuerpo produciéndole un placer ...
... rodeaba.En ellos se nos presenta por primera vez el artista moderno, con su escisión interna, su hambre de vida, su huida, del mundo, su rebeldía sin piedad y su exhibicionismo. Ya no se encontrarán ...
... ojos iracundos de los salvajes. Al cabo, cual inmensa piara de saínos que, azuzada por el hambre, corre a disputarse las bellotas que el viento ha regado al pie del roble, así se lanza la desordenada ...
... la calle. Al pronto no le conoc& 237;. Se ha cortado las melenas, pero trae todav& 237;a la cara de hambre, los cachetes dados de almazarr& 243;n y la perilla pintadita con el humo de la sart& 233;n ...
... n la luz y el aire.Cada trozo de galería era manifestación de una vida distinta dentro delcomunismo del hambre; había en aquella casa todos los grados y maticesde la miseria: desde la heroica, vestida ...
... los miembros de su hijo Pelope. Júpiter condenó á este tigre á los tormentos eternos del hambre y de la sed, para lo cual habiéndole atado Mercurio, le metió hasta la barba en el lago del Erebo ...
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